Las
glándulas sebáceas producen una sustancia grasosa llamada sebo, que
se vacía en la superficie de la piel a través de los orificios de
los denominados "folículos polisebáceos".
Muchas veces este sebo junto con bacterias y células taponan el orificio de desembocadura de la piel, se van acumulando en los poros y forman los barritos.
El color oscuro del barrito no tiene que ver con la falta de higiene, es consecuencia del depósito de un pigmento (la melamina).
Si los barritos se inflaman, se convierten en granos; por eso es importante extraerlos. Sin embargo, la extracción debe realizarla un profesional, ya que la presión con las uñas puede producir la rotura del folículo, lo que puede generar a su vez inflamación y en algunos casos una cicatriz permanente.
Muchas veces este sebo junto con bacterias y células taponan el orificio de desembocadura de la piel, se van acumulando en los poros y forman los barritos.
El color oscuro del barrito no tiene que ver con la falta de higiene, es consecuencia del depósito de un pigmento (la melamina).
Si los barritos se inflaman, se convierten en granos; por eso es importante extraerlos. Sin embargo, la extracción debe realizarla un profesional, ya que la presión con las uñas puede producir la rotura del folículo, lo que puede generar a su vez inflamación y en algunos casos una cicatriz permanente.
El
primer paso de la limpieza facial, se realiza con diferentes
emulsiones seleccionadas para cada tipo de piel. Luego, a fin de
realizar la extracción, se aplican cremas abrasivas para eliminar
las capas más superficiales de la piel, se aplica vapor para
ablandar los barritos y los microquistes.
Finalizada la extracción, se colocan sobre la piel lociones y cremas antisépticas; luego se aplican productos (geles o cremas) descongestivos y se realiza un drenaje linfático para que la piel quede totalmente desinflamada.
El último paso es la nutrición de la piel a partir de la colocación de diferentes máscaras a base de vitaminas y colágeno.
Finalizada la extracción, se colocan sobre la piel lociones y cremas antisépticas; luego se aplican productos (geles o cremas) descongestivos y se realiza un drenaje linfático para que la piel quede totalmente desinflamada.
El último paso es la nutrición de la piel a partir de la colocación de diferentes máscaras a base de vitaminas y colágeno.
La
frecuencia e indicación de la limpieza dependerá de la decisión de
la esteticien de acuerdo a cada tipo de piel.
Es importante recordar que:
La
piel seca: apenas
tiene impurezas, suele ser tirante y tiende a la formación de
escamas y arrugas. Los poros en general son poco perceptibles, la
superficie de la piel luce opaca y está deshidratada.
La
piel grasa: se
caracteriza por poros grandes y abiertos. La piel es gruesa, su
superficie es húmeda y presenta una buena hidratación.
- No
hay que apretarse el rostro porque puede inflamarse y aparecer granos.
-
La limpieza facial la debe realizar un profesional para evitar
inflamaciones de la piel y cicatrices.
-
Las tiritas adhesivas que se colocan en la nariz no sirven para
eliminar los puntos negros ya que únicamente eliminan la parte superficial del poro.
Para
mantener un cutis sano es importante limpiar e hidratar diariamente
la piel. A lo largo del día, se van depositando en el rostro
microorganismos y suciedades que perjudican la salud del cutis,
creando una capa de impurezas.
Por eso es necesario lavarse bien la cara para eliminar los restos de polución y maquillaje acumulados, con emulsiones y jabones adecuados para no dañar la piel. Finalmente, una hidratación diaria previene el envejecimiento y aporta elasticidad a la piel.
Por eso es necesario lavarse bien la cara para eliminar los restos de polución y maquillaje acumulados, con emulsiones y jabones adecuados para no dañar la piel. Finalmente, una hidratación diaria previene el envejecimiento y aporta elasticidad a la piel.